Acaba de comenzar el curso, y ya tenemos el primer escándalo.Y es que, en la guardería, nos hacen trabajar como esclavos encubiertos. Y no me lo invento yo, que se lo he oído a mi madre. Os cuento.

Ayer cuando volví de la guarde, mi madre, que es muy lista, observó que las perneras de mis pantalones estaban negras, de lo cual dedujo que en la guarde nos hacen limpiar los suelos con nuestra ropa. Y eso es explotación infantil. O eso, o un contubernio de ramificaciones insospechadas entre las guarderías y los fabricantes de jabones a-mano-y-a-máquina.

Yo por mi parte me lo paso muy bien, me nos por los madrugones, claro. Y es que no entiendo por qué tiene que empezar la guarde tan pronto. Que empiece a las 11, por ejemplo. Por supuesto, la jornada laboral también, claro, que alguien me tiene que llevar.

Si es que los políticos no piensan, valga la redundancia. Con lo fácil que es reducir la jornada laboral a la mitad, así se contrata al doble de gente y se acaba el paro. Igual que en el congreso. Hacemos dos cámaras y trabajamos la mitad. Además cobrando el doble, claro. No como en la guarde, que trabajamos todo el día, y encima nuestros padres les pagan.

Están locos los mayores.

En fin, hasta la próxima.

Oier
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