El diario de Oier
Inicio > Historias > El teléfono
El teléfono
Buenas. Después del shock térmico de esta mañana (me lloraba el ojo de frío cuando he llegado a la guarde), ya he desentumecido los dedos. Teniendo en cuanta que todas las noticias de los sitios serios van sobre Sadam, yo no voy a hablar de ello. Hoy voy a hablar de un invento que me encanta: el teléfono.
Me chifla. Eso de que le des a los botones y hagan ruido, y salga una voz al otro lado diciendo "Telefónica le informa de que no tiene mensajes", me pierde. Lo que no pillo es la cantidad de teléfonos que tienen mis aitas encima de la mesa de la sala. Porque tienen el que sale la señorita hablando, y otros que no salen voces, pero cambian el canal de la tele, o encienden la radio. Yo les hablo también, les digo /[¿Hola?, ¿Hola?/], pero con esos no contesta nadie. Ahora bien, me divierto un montón. Mi aita se enfada un poco cuando los babeo, que yo por si acaso, pruebo todo. No vaya a ser que sea comestible, y yo me quede sin probarlo. Por probar, el otro día probé un poco de tinta de txipirón (la versión vasca del calamar), y debo reconocer que estaba buena la condenada. Si es que esto de la gastronomía, me da a mí que es lo mejor del mundo de los adultos. Lo dejo, que me enrollo. Ya seguiré contandoos cosas. Saludos Oier ¶ 2003-12-16, 19:30 | 0 comentarios |
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://oier.blogalia.com//trackbacks/13931