No conozco los niveles de ruido en otras ciudades, pero en Bilbao es la pera limonera. Además de los sempiternos problemas de tráfico, no hay día sin retenciones en la A-8, en el corredor del Txoriherri, o algún choque, se unen los centenares de obras que hay por la ciudad y los alrededores. Y no, no estoy exagerando.

Pero primero el tráfico. Estoy hasta el gorro de los "tocapitos" (entiéndase pito como claxon). Que parece que no tienen otra cosa que hacer. Y encima, como lo tocan poco, van los fabricantes, y ponen unos volúmenes que pa' qué. Ayer mismo me pegaron un susto...

Y los de las obras... A esos no les entiendo. Están levantando un edificio, y parece que lo estén demoliendo. Todo el rato a martillazos y golpes. A lo mejor hacen un trozo, y luego lo tiran para que dure más la obra. Le voy a preguntar a mi osaba Asier que trabaja en esas cosas. O al tito Pere, que se nos "cacha", y no se le ocurre otra cosa que mandar una invitación para celebrarlo el 11-S. Como se entere la CIA...

En fin, que a ver si inventan los martillos neumáticos y los cláxones con silenciador, que uno no gana para sustos.

Saludos,

Oier ¶