Como en vacaciones ha habido días de mucha lluvia y frío, uno de ellos, lo dedicamos, la familia en pleno, a pasear por Alcampo. Un centro comercial que hay en Logroño. Yo me lo pasé muy bien. Eso de ir sin sillitas ni ataduras, está pero quemuy bien, pero a mis padres les ví un tanto cansados después del paseo. No sé si les sentó bien.

Ya de entrada, te encontrabas con la primera sorpresa agradable. Un cartelón enorme de Nemo y compañía. Una obra de arte. También salía mi alter-ego, Harry.



Mira que me divierto con esa película. Por supuesto, ya la tengo en debedé. Pero no era lo único guay. Aparte del montón de escaparates (incluyendo jugueterías), y lo divertido que es correr entre la gente, también me encontré con... ¡Animalitos!



Y también había peces, y un loro enorme, y otros perros, y gatos, y...

Bueno, que me lo pasé muy bien. Y para rematar la faena, terminamos en una tienda enorme de chucherías, donde me compraron aspitos, patatas y lacasitos. Pero no me los dieron todos a la vez. Que luego había que comer. Como yo ya me lo temía, me escapé, y me comí unos cuantos conguitos que había en una urna de plástico, para entretener el hambre de los infantes, mientras sus padres van a pagar la cuenta. O eso pensé yo. Que a lo mejor eran para vender. Pero como no sé leer...

Saludetes

Oier ¶