O eso dice mi madre de mi hermana. Porque parece que viene fina, y eso que todavía no ha nacido. Me explico. El caso es que pega unas patadas, que ya quisieran muchos jugadores de futbol, pero es que, todo esto según fuentes autorizadas, además, la criatura se las ingenia para dar patadas al más puro estilo Van Damme: Con los dos pies a la vez. Eso, o con pie y mano simultaneos. Toda una experta la hermanita. Espero que se le pase la costumbre cuando nazca, que a ver si me va a tocar a mí algo en el reparto, y no es plan.

Lo que más me fastidia es que aún sin nacer, ya me estoy cargando yo con algunas culpas. Como la de "es que me agotas, hijo". ¿Yo? Ya será Begotxu apalizándote el bazo. Total, si yo corro, y tú vienes detrás, me dirás que no es por sport. Espérame que ya volveré. Además de quejica, desconfiada. O en la piscina, esa manía de aguantar en el agua lo mismo que yo. Pues si te cansas, vete a la toalla. Que a ciertas edades no se puede seguir el paso de los vigorosos jóvenes. ¡Madres! Con tal de echarle la bronca a uno, no saben que hacer.

Por cierto, que el cursillo de natación que empecé el Lunes, marcha viento en popa. Lo que más me gusta es tirarme a la piscina. Una, dos y... ¡Al agua! O haciendo el caballito encima del rulo, o recogiendo hojas de la piscina... Vamos que se disfruta el tema. Eso sí, tiene una cosa mala, me da un hambre...

Oier ¶