Hola, buenas. Como este fin de semana me han pasado muchas cosas (bueno, así importantes, dos), las voy a contar por orden.

Sábado, 11.30 am. Casco Viejo de Bilbao. En una tienda de sábanas, ropa interior, bebés, etc. Tras haber efectuado las compras, y haberlas pagado, mi madre se dirige a otro mostrador, a recoger sus bolsas. Mientras tanto, su hijo (el mayor), juega a correr como un loco desde la puerta de la calle, custodiada por su progenitor, hasta un mostrador situado 5 metros más allá. Tras dos vueltas exitosas, la tercera deviene en desastre. Un fallo en el amortiguador derecho (uséase mi brazo), hace que estampe mi cara contra la dura superficie acristalada del mismo, con resultados desastrosos para la chapa y la pintura de mi muy estimada jeta, con los resultados que se pueden apreciar a continuación:



Resumiendo. Carrera al ambulatorio más cercano, todo esto mientras chorreaba sangre (y no exagero), y lloraba como un loco. De allí a urgencias del hospital, de donde salí con tres puntos más (como el Athletic Club saldría esa misma tarde de San Mamés). A todo esto, después de las compras íbamos a comer donde mi amama, e íbamos todos vestidos para la ocasión. Ni que decir tiene, que mi aita tuvo que ir a casa a por ropa para cambiarnos. En fin, otra nueva experiencia, que ninguno de mis padres había pasado antes que yo. Lo de los puntos digo.

Mañana lo del Domingo. Saludos.

Oier ¶