El diario de Oier
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San Lunes
Mira que los llevo mal. Y me da igual la de anuncios que hagan para decirnos que no son tan malos. Y es que a lo bueno me-nos acostumbramos fácil. A levantarse tarde (Aunque a mis aitas no les parezca lo suficientemente tarde). Desayunar tranquilo y tomar algo especial, como un colacao sorbido lentamente con pajita. Ver alguna peli tirado en el sofá, en pijama y zapatillas. Tomar un baño relajante. Salir a pasear, sin pretensiones. Picar algún pintxo antes de comer. Y por supuesto una buena siesta.
Y claro, llega el Lunes. Madrugón, vestirse a toda pastilla. Meterse el bibe de un trago. Un beso a la familia durmiente (amatxu y la hermana), y a salir pitando para la Ikas. Y como que no es lo mismo. Y eso que en la Ikas me lo paso fenómeno, pero no, no es lo mismo. Aunque en la Ikas juegue al corro, o a chocarme con la moto, o a pintar, o a leer cuentos, o al Lego, o ... La tranquilidad de las mañanas de fiesta se echa de menos. Estar con la familia, disfrutar del sol de mediodía (O sufrirlo si el termómetro sube mucho), remolonear en la cama... ¡Ay! Lo dejo que me pongo nostálgico, y solo es Lunes. Oier ¶ 2004-10-25, 01:00 | 0 comentarios |
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