Como en la canción que popularizaran los Panchos, en unas horitas de nada, me voy pa'l pueblo.

Eso significa, entre otras cosas, que no vais a saber de mí en unos días. Pero como me imagino que quien más, quien menos, tampoco va a estar aquí para leerme pudiendo disfrutar de sus vacaciones, seguro que no sufrireis mucho.

De momento tenemos la casa llena de maletas, bolsas y bolsitas, a la espera de ser cerradas e introducidas (ya veremos cómo) en el coche nuevo, que es más grande, pero no es elástico, me temo.

En fin. Un cambio de aires que nos revitalizará para cuando volvamos a nuestros quehaceres cotidianos. Usease, servidor a la Ikas, La Hermana a la guarde, y mis aitas a currar. Aunque a mí me queden después unos días a cargo de la Izeko, para disfrutar del relax que es levantarse tarde, desayunar tranquilo, ver los dibujos, jugar un rato en los columpios, ...

Pasad unas buenas fiestas.

Oier ¶