El diario de Oier
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Lo que realmente importa
Bueno, vamos a dejar de lado los hilillos de plastilina sin importancia (Total, sólo pesan 125 toneladas), y me voy a centrar en lo que realmente importa, ¡¡YO!!
Es que con tanto lío ya casi no hablo de mí. Por ejemplo, he aprendido a hacer pompitas con mis babas (apasionante), ahora practico el lanzamiento de vómito olímpico (en un par de semanas estaré cerca del record), y el 'toreo de madre'. Lo explico, pero los adultos deben dejar de leer aquí: Cuando te dejan solo (habitualmente tu madre, pero sirve también para padres y demás cuidadores), al de un rato, poco, rompo a llorar, no mucho, hasta que el cuidador de turno aparece, y cuando lo hace me río en su cara. Lo mejor es que los primeros días se va (el cuidador) contento. Al poco de irse, se repite la operación, subiendo de tono si el toreado tarda. No falla. Te ríes un montón, y así te entretienes. Yo lo practico mucho últimamente y me lo paso bomba. Es una forma de hacer que los padres hagan ejercicio y se mantengan en forma. Y hablando de ejercicio, me he enterado (esta vez me han informado personalmente. Ver la historia ¡¡¡TRAICIÓN!!!! ) de que voy al pediatra el jueves. ya os contaré que me llaman a comer Agur Oier ¶ 2002-12-11, 17:33 | 0 comentarios |
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