Pues sí, finalmente fuí ayer al médico. Me midieron y me pesaron (57'5 cm y 6'250Kg) y me auscultaron, y me miraron la cadera, que la tengo mal desde que nací y por eso me ponen dos pañales, así que si me veis por la calle, en realidad, no estoy tan gordo. Y me mandaron una ecografía de cadera para ver si me he curado.

Y...

Lo más indignante, la peor catástrofe es... ¡¡Que me van a quitar el envase deluxe de las comidas, y lo van a cambiar por un vulgar biberón!!!

¡Voy a dimitir! pero en plan gobiernador, no os penseis que os voy a dejar tirados, pero es que no hay derecho. Y es más, me he enterado de que me van a llevar a un internado que se llama guardería. ¡JA! Que lo intenten. Me van a oir. habrase visto semejante desfachatez. Hasta ahí podríamos llegar.

Si mis padres tienen que trabajar, que vayan, que me dejen unos biberones a mano, y ya iré comiendo yo. y así veo la tele a gusto, que mi ama no me deja, pero a mí me gusta mucho.

Es que se empieza así, y luego no te dejan salir por las noches, te obligan a estudiar, a seleccionar tus juguetes...

La dictadura ha comenzado, pero me rebelaré.

Seguiremos informando

Oier

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