La otra noche estaba dándome una vuelta por uno de los barrios de mi ciudad, buscando herramientas para mi trabajo (soy luchador profesional). De repente, un rumor comenzó a extenderse como un reguero de pólvora. Un tipo de nombre extraño, afirmaba poder clonar cualquier cosa que estuviese a su alcance. Cualquier bien. Y además, gratis. Al parecer, alguien se había hecho con un copybot defectuoso o crackeado, que permitía copias infinitas, incluso de los bienes para los que no había sido programado.

Al rato, todos los negocios habían cerrado sus puertas.

Aunque parezca un relato de ciencia ficción, lo de arriba es real. Bueno, virtual. Según cuentan en el blog de Warren Ellis, esto sucedió ayer en Second Life. Un mundo virtual, donde la gente puede hacer, entre otras cosas, negocios bastante reales. De hecho, la historieta es una adaptación de lo que cuenta Ellis.

Curioso, ¿Verdad?

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