He decidido, que de mientras (mientras me hago gobiernador) voy a ser un estudioso de la vida. Es muy fácil. Te sientas a observar (o te tumbas, si estás más cómodo), y lo miras todo con cara de interesado.

Y así hasta que decides que ya has visto mucho, y te pones a reflexionar sobre lo que has visto (para esto hay trucos, el mío es cerrar los ojos y dejar que fluya el infinito en mí). A poder ser, conviene no roncar, más que nada para no romper el chakra kármico necesario para tales elevadas instancias.

Si fuese lo suficientemente mayor, podría montar una escuela de meditación. tendría a los alumnos haciendo ejercicios constantemente, mientras copian del profesor. Es decir, que intenten meditar tanto y tan profundo como yo. Que es algo que no se logra tan fácil.

Por ejemplo: No todos son capaces de meditar 20 horas al día como yo. O de llegar a un nivel subetérico de meditación tal, que no te despierten ni los petardos de nochevieja. Es decir, que mis alumnos tendrían que esforzarse mucho.

Por el momento me limito a meditar donde puedo. En la cuna, en la guarde, en el coche... No conviene perder la práctica.

Saludos, y no olvideis practicar tanto como podais para llegar a ser grandes maestros como yo.

Oier ¶