Desde el año pasado, tengo la impresión de que mis aitas pretenden que Begotxu y yo lleguemos extenuados a casa, pero este curso, estoy seguro: todos los días tenemos algo.

Nosotros comemos en el cole, por lo que entre terminar de comer, y la primera clase de la tarde, tenemos dos horas de recreo. Como esto les parece mucho ocio a padres y profesores, se les ocurrió la genial idea de ponernos actividades extraescolares durante una de las horas (a ver si nos íbamos a aburrir).

No contentos con eso, también ofertan horas extra después de clase. Y para redondear tamaño plan maquiavélico de entretenimiento infantil, la ikas se ha conchabado con el área de deporte y juventud del ayuntamiento, y el polideportivo, anexo al recinto escolar, también da cursillos afterhours a tutiplén.

Así las cosas, nos encontramos con que apenas nos libramos un día cada uno, de tener alguna extraescolar. Que si natación, que si música, que si pintura, que si gimnasia rítmica, que si multideporte, que si teatro… Menos mal, que nos gustan todas que si no…

Buen finde

Oier ¶